
el rodaje
El Sensor ya contó los detalles del rodaje de Pájaros de papel, en otro post. Recordemos que la dirección de fotografía corre a cargo de David Omedes, que trabaja con Javier Alomar como ayudante de cámara. Y que la película se rodó en 35mm con material de cámara EPC, una Moviecam Compact MK2 en tres perforaciones en Super 35 y formato 2,35:1, y con ópticas Master Primes.
Entre las localizaciones elegidas, Almagro, Chinchón, Colmenar de Oreja, San Martín de la Vega (finca Gózquez), La Granjilla... Y Madrid, en escenarios como la Plaza de la Paja y calles vecinas, que vieron retroceder el tiempo a finales de los años 30, al igual que el Museo del Ferrocarril o el Casino de Madrid. Porque los protagonistas de la película de Emilio Aragón son artistas de vodevil, cómicos, que sobreviven entre números musicales e intrigas, hambre de pan y sed de triunfar, a los avatares de la vida cotidiana en los años de la posguerra.
una historia universal
"El reto de Pájaros de papel era recrear un tiempo de escasez, dolor y miseria en el que el arte con mayúsculas y minúsculas era la calefacción capaz de encender los corazones más desolados", explica en sus notas de producción Santiago de la Rica, productor ejecutivo. "Así que la ambientación tenía que ser muy cuidada: lo viejo tenía que ser viejo, el polvo ser polvo y los músicos, músicos. Y el espectáculo tenía que ser total. Los números de música tenían que engrasar la (im) perfección, el atrezzo parecerlo y todo lo contrario, y las bombas y las escenas de acción tenían que ser explosivas, dolorosas, crear ondas expansivas que fuesen más allá de los cascotes. El reto no era pequeño".

También dice el productor ejecutivo de Pájaros de papel que les movía un impulso que ha estado presente en el proyecto desde el principio. "Respondíamos a una ilusión contagiosa de saber que estábamos preparando una de esas películas 'más grandes que la vida'. La vida de quienes de alguna forma han hecho de nosotros lo que somos y que estemos aquí".
Pájaros de papel es una producción ambiciosa que nació desde el principio con vocación internacional. "Reúne todos los elementos que llevan a un producto a ser universal desde lo particular. Queríamos seguir el camino de ese cine europeo de gran factura que acaba por ser reconocido más allá de cualquier frontera". Y es, sobre todo, una película que quiere emocionar y hacer reír. "Nosotros hemos puesto todo lo que estaba en nuestra mano para conseguirlo", concluye Santiago de la Rica. Junto a él, en la producción ejecutiva está el propio Emilio Aragón, que también es coproductor con Mercedes Gamero. En la dirección de producción, Carlos Apolinario, y Raquel Díaz como jefa de producción.

viejos, gracias por las fotos que publican, los sigo por RSS y guardo cada foto para mis fondos de pantalla, obvio, apasionado por el cine, este articulo le faltaron mas fotos!
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