

sin puestas en escena
El realizador Fran Torres buscaba para el spot Formentera de Estrella Damm una estética muy cinematográfica -rodaron en Super 16- y con un estilo muy de "videoclip". Para este anuncio se acompañó del director de fotografía Juanmi Azpiroz, que entre sus trabajos recientes firma la fotografía de dos largometrajes Paintball y Amores locos. También en el equipo de cámara del spot participaban Imanol Nabea como foquista, y Tony Rodríguez, auxiliar de cámara.
"La cámara al hombro y la búsqueda de momentos robados requerían una cámara ligera que estuviese continuamente rodando y por eso se optó por el 16 mm versus 35 mm", nos cuenta Antonio Ruiz de Indio Films, responsable de la producción ejecutiva del spot junto con Daniel Boyero. Se decidieron por una Arriflex SR3 High Speed Advanced, acompañada con ópticas Zeiss T1.3 16mm, y también zooms Canon 8-64mm y Century 11.5-215mm, equipamiento que suministró EPC entre otro material. Y se rodó con negativo 16mm Kodak Vision2 50D y Vision2 500T para día y noche.
"No se utilizó ninguna grúa porque había que estar muy encima de los actores, buscando la improvisación del momento. Se quería hacer llegar al espectador que lo que estás viendo es real, no hay puestas en escena, hay situaciones/recuerdos que todos en algún momento de nuestras vidas hemos disfrutado en un verano junto al mar", explica Antonio Ruiz.

un rodaje de exteriores emblema
Como había tomas con agua de por medio, Indio Films también se llevó a Formentera el equipo Scubacam de EPC. "Al tratarse de una isla muy pequeña, a la que sólo se puede llegar en barco, llevamos todo el material desde Madrid", cuenta el productor ejecutivo, que recuerda especialmente que la temperatura del agua estaba bastante baja en abril y las tomas de baño no eran todo lo agradables que se pudiera desear. "Las tomas subacuáticas se rodaron con trajes de neopreno en un día que había cientos de medusas. Fue un espectáculo increíble", remarca.
Para las tomas en llaud, la embarcación típica de Baleares, y subacuáticas, se utilizaron también barcos de apoyo. Además, rodaban en playas apartadas, calas, acantilados... donde sólo se podía llegar a pie y cargando el material a mano. "Había que planificar muy bien hasta dónde podían llegar los vehículos y cuál era el material preciso que se necesitaba, ya que cargar una caja de más o de menos podía retrasar bastante", dice Antonio Ruiz.

localizaciones
A lo largo del spot Formentera, que también ha servido para promocionar la isla y la vida mediterránea, vamos viendo los lugares más emblemáticos de la pequeña isla balear. La playa de Illetas, Espalmador, el mercadillo de La Mola, el faro del Cap de Barberia, Cala d´Es mort... y el Blue Bar, el punto de encuentro por excelencia en Formentera, que jugó el papel del chiringuito donde se hace la gran fiesta.
Comenta también Antonio Ruiz que "ha sido un rodaje con un equipo muy reducido para lo que suele ser habitual” en un spot de este tipo. A las 20 personas del equipo técnico se unieron otras 4 personas de Formentera como apoyo técnico, más los actores y los componentes del grupo. Y lo que no faltaron fueron extras, unos cien. Además de los lugareños, Indio Films tuvo que traer refuerzos de Ibiza porque no había suficientes figurantes que encajasen con el perfil que se buscaba para los momentos concierto.

También en el equipo técnico de rodaje estaban Néstor Hugo Caños como jefe de producción; Carlos Martín, ayudante de producción, y como auxiliares de producción, Víctor López y Iago Veloso. Además de David Martínez, ayudante de dirección, y Karmen Mendo, segundo ayudante de dirección.
el spot que quería ser videoclip
El equipo creativo de Villarrosàs pensó que Formentera encajaba muy bien con el posicionamiento de Estrella Damm, “la cerveza del mediterráneo”. Y también eligió el tema original del spot muy acertadamente porque las visitas en youtube, a día de hoy, rondan el millón y medio. La idea era que la duración del spot coincidiera con la de la canción, exactamente 3,40'', de forma que mientras sonaba Summercat, se fuese desarrollando la pequeña historia del spot.
Y aunque la canción da muy buen rollito, en realidad es triste, una canción de desamor. Como explica el cantante de Billie the Vision and the Dancers, Lars Lindquists, en una entrevista en La Vanguardia, "Summercat es una expresión sueca que proviene de la gente que se va de vacaciones y compra un gato sólo para el verano. Cuando regresan a la ciudad lo abandonan. Es un placer de verano y así se siente el protagonista cuando Lily se sube al avión". De la pieza principal se montaron otras de 60'', 30'' y 10'' que hemos estado viendo estas semanas en televisión. Si alguien no vio la versión videoclip al completo...
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