300 premios
El corto fue preseleccionado en los Oscar, nominado en los Goya, y ha representado a España en más de 500 festivales internacionales. Como botón de muestra, los certámenes de Tokio, San Sebastián, Berlín, Los Angeles, New York, Delhi, Lund, Londres, Edimburgo, Buenos Aires, Rio, Lisboa, Austin, Estambul y Sydney.
Con su impresionante periplo, esta historia de venganza de cuatro niños que juegan al fútbol en la calle -y en la que participan los futbolistas italianos Fabio Cannavaro y Amedeo Carboni- suma la redonda cifra de 300 premios ganados a lo largo de año y medio.

Cómo se hizo
Sobre Porque hay cosas que nunca se olvidan, una producción de la madrileña LMF Films, el propio Lucas Figueroa le contaba a El Sensor muchos e interesantes detalles de la preproducción, del rodaje en localizaciones segovianas ambientadas como el Nápoles de los años 40, y del arduo trabajo en 3D y postproducción que realizaron. Todo está en el artículo que titulamos la pequeña gran venganza cinematográfica de Lucas Figueroa. Por aquel entonces, en febrero de 2009, ya se rondaban los 100 premios.
El corto se rodó con la Panasonic P2 HVX200, ópticas de cine Zeiss Digiprime y el sistema mini-35, un equipamiento de cámara suministrado por la casa de alquiler EPC y con el que buscaban experimentar. En la dirección de fotografía estaba Javier Palacios (Casual day, 2007). Y en cuanto a referencias de imagen, trabajaron sobre todo con Jean-Pierre Jeunet (Amélie, Delicatessen...). "La estética que buscaba era de película vieja, con mucho ámbar y con muchos detalles de atrezzo", comentaba Lucas Figueroa a El Sensor.
Quien todavía no haya visto esta historia de "humor salvaje", se puede visionar en la página oficial del corto, donde hay más información sobre Lucas Figueroa, su productora LMF, y como no podía ser de otra forma, sobre la cosecha de premios recogidos por "the most awarded shortfilm in the world", un corto de esos que nunca se olvidan.

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