jueves, 23 de abril de 2009

Gorka Merchán, 'La casa de mi padre' y el trabajo en equipo

"Después de esta experiencia, lo que más me gusta del cine es hacer la película", dice Gorka Merchán, el director de La casa de mi padre (en la foto). "El proceso mágico y creativo que se forma al compartir una historia con todos, que se enamoren de ella y den lo mejor de sí para construir la película".

Gorka Merchán estrenó el pasado 3 de abril su ópera prima en cines, aunque la película ya se vió en el último Festival de San Sebastián, con motivo del Día del Cine vasco, y también se proyectó en el Festival de cine de Tanger. La casa de mi padre es una coproducción de Monfort Producciones, Videntia Frames Producciones, Media films y la francesa Mosca Films, con Iker Monfort como productor, Guadalupe Balaguer y Luis de Val en la producción ejecutiva, y Aitor González como jefe de producción.

"El guión fue la mayor motivación para sacar adelante el proyecto", nos cuenta Guadalupe Balaguer. "Gorka, el director, confiaba mucho en él y nos parecía una apuesta innovadora por su planteamiento".

También fue de gran ayuda el equipo del que se rodeó Gorka Merchán para poder llevar a buen puerto la película. "Como Gorka era novel, se apoyó mucho en Walter Prieto, primer ayudante de dirección, Aitor Mantxola, director de fotografía, y también tuvimos un coach de actuación, Eduardo Milewicz, y un coach de euskera, Ritxi Lizartza, que le arroparon mucho y trabajaron al 200 por cien", explica Guadalupe Balaguer.

El rodaje
Y es que la película se rodó en castellano y euskera. Aunque en principio, como la temática toca el conflicto vasco, barajaron la posibilidad de rodar en otra comunidad, finalmente lo hicieron en el País Vasco. Y días antes de comenzar el rodaje, ETA rompía su tregua, con lo que esto collevaba en complicaciones para producción. Aun así, "tuvimos una excelente acogida, y la gente colaboró muchísimo y nos ayudó con todo", asegura Guadalupe.

El rodaje de La casa de mi padre se desarrolló del 11 de junio al 28 de julio de 2007, durante siete semanas en localizaciones de Hernani, Zarautz, Zumaia, Tolosa, Pasajes de San Juan, Fuenterrabia... “La idea que tenía el director era enseñar la belleza del paisaje, un poco en contraposición a la tensión que tiene por momentos la película, y siempre se quiso dar la imagen de postal. También por eso escogimos estas localizaciones, que son como un 'top ten' de los lugares bonitos de Guipúzcoa".

dos niños soñando con la luz
El director de fotografía Aitor Mantxola y Gorka Merchán se conocieron en Donosti. "Y quise también conocer su trabajo en profundidad... para encontrarme al director de fotografía perfecto con gran maestría con la luz y encima inmejorable como ser humano", afirma Gorka Merchán.

Tras este primer flechazo, empezaron a charlar sobre el guión de La casa de mi padre y sobre el tratamiento de la luz. "Aitor, al ser vasco, tenía muy integrada, lógicamente, nuestra luz. Esa luz del norte tan matizada, con sus grises y esas tonalidades suaves que nos rodean".

Desde el principio hubo una química muy buena, destaca el realizador. "Nos entendíamos bien. Vimos películas, intercambiamos muchas de ellas como si fueran cromos, y nosotros, niños que sueñan con la luz". También dice Gorka Merchán que Aitor Mantxola tiene un conocimiento muy grande, y que él se comunicaba con otro lenguaje, por ejemplo, viendo cuadros. "Creo que es fundamental que exista este entendimiento por parte del director de fotografía y el director de la película. Estoy muy contento con el trabajo del equipo de cámara y con el de Aitor Mantxola. Creo que es un grande de la luz".

equipo de cámara
Junto al director de fotografía trabajaron Pablo Burmann como foquista, Uxue Jiménez, ayudante cámara, Aitziber Olaskoaga, auxiliar de cámara, y Gonzalo Baocomo vídeo assist. Y Virvi Fraga como operador de steady.

EPC suministró el equipamiento de cámara. Una Arricam LT primero, y luego una Moviecam Compact, con objetivos Serie Cooke S-4. También, en equipamiento pesado, una grúa Scorpio Crane 13 mts con cabeza Scorpio. En el equipo de maquinistas, Rubén González y Teddy.

Gorka Merchán insiste en alabar a su equipo de cámara. "Son grandes profesionales". Y repara en que fue una suerte contar con un foquista de gran experiencia como Burmann. "En la secuencia del Gaztetxe creo que su trabajo fue espectacular con el foco. Creamos un bonito baile, cámara en mano, y me consta la dificultad de la planificación. Todos siempre remaban a favor de obra y sé que hay momentos complicados con un director novel como yo", reconoce el director, que además de haberse rodeado de un equipo técnico experimentado ha contado con actores consagrados como Carmelo Gómez, Álex Angulo o Emma Suárez.

"Me encanta el trabajo en equipo, el crear con esa suma de talentos ese sueñecito que es una película. Creo que un director tiene que saber ver el talento en los demás para incorporarlo a ese ser viviente en el que se convierte un equipo de un filme", dice Gorka Merchán. "Sólo tengo gratitud eterna para todos por confiar y ayudarme a construir La casa de mi padre".

La historia
La casa de mi padre está ambientada en el mundo de la pelota vasca. Cuenta la historia de un empresario -y en su juventud un fino pelotari- que regresa con la familia a su pueblo natal en el País Vasco después de vivir 10 años en Argentina.

El título hace referencia al poema de Gabriel Aresti, y la película tiene mucho que ver con ese mensaje de que violencia y odio no llevan a ninguna parte, siempre con una mirada desde el corazón, la familia y los sentimientos.

El trailer de La casa de mi padre...

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