sábado, 12 de junio de 2010

'Genio y Figura', la fotografía de José Martín y la F35

El corto Genio y figura se llevó hace poco Biznaga de plata en el festival de cine de Málaga. Está escrito y dirigido por Hatem Khraiche Ruiz-Zorrilla, director del corto Machu Picchu -nominado en los Goya 2009-. La dirección de fotografía la firma José Martín y es precisamente él quien nos cuenta en detalle cómo fue su experiencia en este cortometraje rodado en Madrid a final del año pasado con la F35 de EPC.

La producción de Genio y Figura ha corrido a cargo de Reverso Films con José Miguel F. Fernández-Lomana y Natalia Hurtado -cocreadores de este sello de producción independiente- en la producción ejecutiva. En la web de Genio y Figura hay más info sobre esta producción y una extensa galería de fotos. Y ahora sí, damos la palabra a José Martín no sin antes decir que ha contado en su equipo con Cuco de la Peña y Rafael Prieto Martín como ayudantes de cámara y con Thamar Pueyo como auxiliar de cámara.

sobre Genio y Figura...
José Martín, director de fotografía

El proyecto de Genio y figura, para los estándares del cortometraje, era relativamente grande. Desde las primeras reuniones me quedó claro que se trataba de una pieza increíble a la que enfrentarse a nivel visual, con tres historias entrelazadas entre sí que se desarrollaban en espacios muy diferentes. Lógicamente, en cuanto nos pusimos a trabajar sobre el papel empezaron a aparecer infinidad de referentes.

José Martín operando la F35 de EPC durante el rodaje de una de las tres historias del corto, la que tiene lugar en una mansión

EL APARTAMENTO
La primera de las tres historias que componen Genio y figura se desarrolla en un apartamento de clase media. Nos impusimos en ella dos prioridades: que la cámara no adquiriese protagonismo dentro del set, y que la luz tuviera un tratamiento decididamente naturalista. Mientras que en la secuencia de la cocina la luz es blanca y difusa, en la habitación de la niña tenemos un ambiente cálido con una luz más dura. En esa habitación llegamos a utilizar contrastes de hasta 5/1, y eso generaba una sensación agradable tras la que parecía acechar algo…

LA TRINCHERA
La segunda localización, a nivel visual, no podía resultar más atractiva: un campo de batalla situado en una trinchera. Hatem y yo estuvimos de acuerdo desde el principio: el trabajo fotográfico debía ser intenso, no podía dejar al espectador indiferente. Marqué como referencia la fotografía de Janusz Kaminski en Salvad al soldado Ryan. Desaturamos la imagen y la definimos con una crominancia hacia los tonos verdes. La gama de color que vestuario y diseño de arte nos ofrecían se enfatizó notablemente. Por otro lado, obturaciones de 200º a 250º y la cámara al hombro (en toda esta segunda historia no hay un solo trípode) inyectaron a estas secuencias una dosis de “realidad” que empuja al espectador dentro de un violento y absurdo campo de batalla.

LA MANSIÓN
La tercera y última localización se concretó en una mansión espectacular. Hatem y yo vimos muy pronto que la atmósfera debía ser lo más limpia posible, resplandecientemente blanca, de líneas muy puras. El inmueble y sus jardines debían transpirar grandeza, debían estar a la altura de su imponente dueña en la ficción. Lo cierto es que el espacio era bueno, y nos daba muchas posibilidades. Utilicé grandes aparatos HMIs para mantener la exposición correcta en el interior y poder trabajar la dirección de luz a mi antojo. El contraste lo trabajé mucho más bajo que en el resto de la película. A nivel de luminosidad es la historia más brillante. Estamos orgullosos del resultado que logramos en esta localización.

F35 y MASTER PRIMES
El enfoque visual es siempre lo primero. Pero una vez que se ha consensuado, hay que definir las herramientas de trabajo que te permitirán lograrlo. Y, en ese sentido, decidí apostar por la última generación de cámara que había llegado al mercado: la Sony F35. En el momento en que nosotros la usamos, sólo había sido utilizada por Julián Elizalde para la película Herois (Héroes) de Pau Freixas.

La verdad es que todo lo que había leído y oído sobre ella era impresionante: máxima calidad de imagen 4:4:4 RGB, sensor CCD de Súper 35mm, y su curva de gamma, la S-LOG, con la que se consigue capturar la máxima información tanto en bajas luces, como en medias y altas luces.

Con las lentes no hubo la menor duda. Debíamos utilizar las Master Primes, que permiten tener un rendimiento óptico durante todos los pasos de apertura del diafragma (incluido el T1.3) y mantener un alto rendimiento de la profundidad focal (incluso con lentes muy abiertas o con diafragmas cerrados). Tengo que apuntar que también me ayudaron a trabajar un contraste mayor, comportándose de una manera incomparable a nivel cromático.

La F35 respondió con creces a mis expectativas durante todo el proceso de producción, rodando sin ningún percance en interiores día/noche y exteriores día/noche. El cuerpo de la cámara se asemeja mucho a las de 35mm: robusta, pero muy intuitiva y práctica en rodaje. Además los accesorios de las cámaras de 35mm son compatibles con ella de modo que, salvo por la falta de sonido del chasis al correr, parecía que estábamos trabajando con celuloide.

F35 Y LA POSTPRODUCCIÓN
Con la película ya rodada, sólo quedaba comprobar cómo respondería el material a la gradación de color. Etalonamos en Autodesk Lustre 2K, en unas ocho horas. Y en este proceso fue donde realmente me asombró la F35. Las posibilidades eran inmensas. A nivel de luminosidad todo estaba dentro de rango. Podíamos forzar al máximo. La latitud es muy similar a la del celuloide. La crominancia respondió perfectamente, y tuvimos la oportunidad de trabajar a nuestro antojo y afinar el tono de cada secuencia.

El proceso de kinescopado se realizó en Fotofilm Deluxe. Todo fue sobre ruedas, y únicamente necesité un par de pruebas para encontrar lo que buscaba. La luminosidad, el color, la densidad, el contraste, todos se mantenían justo donde yo quería. Así que no había por qué demorarlo: estábamos listos para ver copia en 35mm.

ALGO PARA RECORDAR
Si me tuviera que quedar con una escena de la película sería todo ese tramo central de lo que ocurre en la trinchera, cuando los tres soldados se juegan a suertes quién será el que salga afuera para pedir ayuda jugándose la vida.

Para esa parte conseguimos el color ideal dentro de nuestra apuesta visual y manejamos un contraste alto, con una sola fuente de luz, un 12kw de HMI filtrado por un palio de grid cloud y algún relleno. Como resultado, logramos unas texturas perfectas para la trinchera y los rostros de los personajes. Me encanta esa parte, por su sencillez y por lo bien que funciona visual y narrativamente.

El cortometraje acaba de estrenarse y en una de sus primeras citas importantes ha ganado un premio que nos hace felices a todo el equipo: el Premio Especial del Jurado en el Festival de Cine Español de Málaga 2010. Genio y figura será uno de los cortos del año.

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* José Martín empezó con apenas 15 años a trabajar en producciones de cine a la orden de directores de fotografía como Juan Carlos Gómez o Ricardo de Gracia. En los últimos diez años le ha dado tiempo a rodar en sets de medio mundo, "desde Rusia a los Estados Unidos", producciones cinematográficas, publicitarias y documentales. Su debut en largo como director de fotografía fue hace poco, con 24 años, con la película Brutal Box. Y ya está preparando el segundo largometraje en el que su hermano Martin estará en la dirección. Los dos, The Rosete Brothers, crearon la productora Kamel Films con la que ruedan cine y publicidad desde hace más de cuatro años.

Entre los premios que reconocen el trabajo de José Martín están el Angel Award a la mejor cinematografía en el Monaco International Film Festival 2009 y el Premio de la Asociación Española de Cinematografía 2009 en el Festival Ibérico de Cine de Badajoz por la fotografía del corto Basket Bronx. Otro de sus últimos trabajos en corto es Juan con miedo (2010), escrito y dirigido por Daniel Romero y que también está haciendo un terrorífico recorrido por festivales.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy grande!!!

Javier Corral dijo...

Sí chicos, lo hicísteis muy bien y además creábais muy buen rollo, qué quereis que os diga ¡no sé de fotografía! ¡¡¡Un abrazo!!!