El cámara David Acereto cuenta su experiencia en 'Días sin Luz'

Esta semana contábamos que se estrena la miniserie sobre el caso de la niña Mari Luz, Días sin Luz, este domingo en Antena 3, que es una producción de Ficciona Media y Antena 3 Films, dirigida por Antonio Hernández y con Javier Salmones en la dirección de fotografía, y contábamos también algunos otros detalles del rodaje, el equipo técnico y de producción.

Y hoy tenemos las impresiones de David Acereto, segundo operador de cámara en Días sin Luz. Le hemos pedido que nos hable del planteamiento de la película, del lenguaje de la cámara, de su experiencia... Y él, lo cuenta...

En la foto, David Acereto con la Arri 16 SR3 de EPC en las Marismas de Mendaña en Huelva donde se ha rodado parte de la película, que también tiene localizaciones de Madrid (foto: Candela Ocón),

Días de una cámara en 'Días sin Luz'
por David Acereto, segundo operador

Aunque sabíamos a priori que el destino final del guión iba a ser la televisión, teníamos claro que el tratamiento más adecuado debía ser lo más parecido a un largometraje, tanto en su narrativa como en su calidad estética, a pesar de que nos enfrentábamos a restricciones de tiempo (cinco semanas para dos capítulos de 70 minutos cada uno) y de recorte de presupuesto. La elección del formato fue S16mm.

La película tenía dos partes muy diferenciadas y una premisa común. El espectador conocía la historia reciente y su trágico final, y queríamos evitar caer en el mal gusto, el morbo y la falta de respeto por lo delicado de la historia. Por un lado, la primera parte que trata la búsqueda agónica de la familia y, por otro lado, cómo la historia se convierte en un circo mediático que conmueve a toda España.

De izda a dcha, los operadores de cámara Ángel Yebra y David Acereto, y el foquista Ricardo Morgade preparándose para la acción (foto: Sofía Torroja)

cámara imperfecta
Antonio nos pidió una cámara a mano imperfecta, sucia, visceral, que llegara tarde al texto, que estuviera en un plano distinto al del personaje que habla, que fuera orgánica e inquietante. Esto fue posible por varios motivos:

-La pericia de los técnicos que, sin marcas, improvisando con lo que iba a suceder delante de la cámara, dieron respuesta técnica para atrapar esos pedazos de realidad, destacando la labor de los dos foquistas Ricardo Morgade y Felix Ruiz-Medrano, auténticos cazadores; y el estupendo trabajo que hicieron Peque Griffin con la steady y Ángel Yebra con la segunda cámara. Ángel hizo además de director de fotografía de la segunda unidad con unos planos del barrio que engrandecen muchísimo el guión.

-La libertad que tanto Javier como Antonio nos permitían a la hora de ser osados y atrevidos, tanto a nivel escénico (en el set apenas había luces, trípodes…) como a nivel creativo, incluso en la preparación. Ambos implicaron mucho en el proyecto a todos los elementos del rodaje. Nos reunimos, charlamos, cenamos, vimos pelis... y así, en mi caso, es más fácil visualizar lo que buscan.

- Y por último pero lo más importante, para que ese artificio técnico funcione tiene que haber magia delante. Y en este caso los actores, siempre entregados a una historia desgarradora, estaban permanentemente concentrados aunque la atención no estuviera sobre ellos. Podíamos panear a cualquier lugar del decorado y siempre había algo para que la cámara lo contara.

la cámara como un personaje más
De una narrativa a veces muy documental con grandes teleobjetivos y mucho movimiento pasábamos a planos totalmente estáticos en gran angular, muy cerca de los actores para presentar al personaje que interpreta Eduardo Antuña o para mostrar el barrio.

La Arri 16SR 3 enfocando al actor (foto: Candela Ocón)

Para Antonio la cámara era un personaje más, por la importancia que tiene el punto de vista subjetivo del presunto asesino en la historia, mirando a través de su ventana, tapada con plásticos verdes para ocultarse de los demás, acechando a los niños como un voyeur, siempre escondido.

secuencias con impacto
Hubo una secuencia en la que había aparecido el cadáver de una niña en el río y nos pidió esconder las cámaras y rodar desde muy lejos. A los actores tampoco les dijo dónde estábamos y les dio total libertad, y la respuesta fue espectacular. Se tiraban al suelo, se pegaban en la cara, se desmayaban, gritaban, lloraban con muchísima intensidad dramática y muchísima verdad, y todo esto lo filmamos en una sola toma con un resultado que me puso los pelos de punta.

Otra secuencia que me impactó fue cuando rodando en Huelva exteriores, nos encontramos en el Barrio donde realmente ocurrió todo y vimos que todos los días, los personajes reales tenían por fuerza que pasar frente a la casa de cristales rotos del presunto asesino de su hija, y al encontrarnos allí al verdadero Juan José Cortés, nos dimos cuenta de la magnitud de esta terrible historia. Por eso, a veces, para rebajar esta tensión bromeábamos con los actores sobre los directores 'gitanos güenos' como Orson Wells y vacilábamos a este 'director payo, moderno de ahora'… Estos momentos unieron mucho a todo el equipo.

David Acereto operando la cámara con el apoyo del foquista Ricardo Morgade (foto: Sofía Torroja)

coherencia narrativa
Lo que más me ha gustado de la película es su coherencia narrativa con la que hemos ido todos muy fuertes, fieles a lo que Antonio quería desde la fotografía, los decorados, vestuario, maquillaje, el montaje espectacular de Iván Aledo y la música increíble de Pablo Martín, y por supuesto la cámara.

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David Acereto también ha trabajado como segundo operador con Antonio Hernández, y junto a Javier Salmones, en El menor de los males (2007) y Los Borgia (2006). Otros de sus trabajos recientes son El patio de mi cárcel (2008), Mortadelo y Filemón. Misión: Salvar la Tierra (2008), La luna en la botella (2007) y Fuga de cerebros, aun sin estrenar. Como director de fotografía, entre sus últimos trabajos, el cortometraje Snip, o el videoclip Fortuna y Gloria del grupo Outrojazz; prepara ya la fotografía de otro videoclip para el grupo Metal Saxon, que pretenden rodar en 3D; y actualmente, está dirigiendo la fotografía de la tercera temporada de la serie Cuestión de sexo para Cuatro.