'Los abrazos rotos' de Pedro Almodóvar en la gran pantalla

Este miércoles 18 de marzo ha llegado el esperado estreno de Los abrazos rotos de Pedro Almodóvar, una producción de El Deseo con Agustín Almodóvar en la producción ejecutiva, Esther García como productora, Toni Novella en la dirección de producción, y Sergio Díaz, jefe de producción.

el director de fotografía Rodrigo Prieto y Penélope Cruz preparados para rodar en los Estudios Barajas de Madrid durante el verano pasado (© PAOLA ARDIZZONI y EMILIO PEREDA)

Ya hablamos de los detalles del rodaje de la que es la más ambiciosa producción de Pedro Almodóvar a día de hoy. En cuanto al equipamiento de cámara, suministrado por EPC, contábamos que la película se rodó en 35mm, 16mm y en digital con la Panavision Millennium como cámara "A", la Arriflex 435, la Arriflex 416, y se nos quedó en el tintero mencionar la Panavision Platinum, que además de funcionar como segunda unidad, también aparece en la película como atrezzo cuando el protagonista, que es director de cine, rueda Chicas y maletas. En digital, la Panavision Genesis captó las imágenes de la cena en el restaurante sin vistas, un auténtico reto para el director de fotografía Rodrigo Prieto porque rodó a oscuras iluminando con luces infrarrojas. Es una escena que no veremos en el cine porque "se cayó" en el montaje final de Los abrazos rotos, pero parece que se incluirá en los extras del DVD de la película.

equipo de cámara
Junto al director de fotografía Rodrigo Prieto -quien por cierto, acaba de terminar el intenso rodaje de Biutiful en Barcelona, la nueva película de González Iñárritu-, en el equipo de cámara de Los abrazos rotos participan Juan Leiva como foquista, Álvaro García y Pablo Sánchez como auxiliares de cámara, y Falkwyn de Goyeneche como técnico de vídeo. Además, en el equipo que rodó en Lanzarote, Joaquín Manchado, segundo operador de cámara, y Luis Lattanzi como foquista en la segunda unidad.

Precisamente Joaquín Manchado, colaborador asiduo en las películas de Almodóvar, ha dirigido la fotografía del corto recién estrenado -en Canal+ y luego en TVE-, La concejala antropófaga, que se gestó y realizó durante el rodaje de Los abrazos rotos, y que supone la vuelta de Pedro Almódovar a las historias cortas tras más de treinta años. Lo protagoniza Carmen Machi, que ya trabajó como jefa de enfermeras en Hable con ella, y ahora también tiene un pequeño papel en la nueva película de Almodóvar.

En el sitio web oficial de Los abrazos rotos hay más información sobre la película, fotos y músicas. Y en la versión online del diario El País han creado un microsite donde, entre otras cosas, encontramos dos clips de vídeo con entrevista a Pedro Almodóvar y con imágenes del trabajo en rodaje.

emulando cámaras de seguridad
Volviendo a la escena del restaurante, como resulta muy interesante desde el punto de vista técnico, reproducimos parte del "post" que Pedro Almodóvar publicó en su blog el verano pasado, donde habla de cómo el director de fotografía se planteó el reto de rodar a oscuras.

Asier Etxeandia, Lluis Homar, Blanca Portillo y Tamar Novas entrando en fila india en el comedor del restaurante sin vistas. Pedro Almodóvar tomó como referencia un restaurante de Paris (Dans le noir) donde se come a oscuras y los camareros son ciegos. Foto: © Paola Ardizzoni y Emilio Pereda

Pedro Almodóvar contaba en su blog que durante uno de los días de rodaje en agosto, Rodrigo Prieto le dijo con la sencillez que le caracteriza "estamos rodando una escena histórica". Y continúa Almodóvar...

Le miré extrañado, porque Rodrigo es de los técnicos con más talento y menos ostentoso que he conocido. Su comentario hacía referencia a la última tacada de secuencias rodadas en la más absoluta oscuridad. ¿Cómo se puede rodar sin luz, sin nada de luz, dentro de un espacio parecido a un cajón cerrado, sin una sola rendija? Rodrigo investigó hasta dar con la solución. Según sus palabras:

“Sabemos que el ojo humano es capaz de ver un rango limitado del espectro electromagnético, pero que la luz ultravioleta e infrarroja es posible registrarla fotográficamente, aunque nosotros no la veamos. Me puse a investigar y descubrí que hay luces infrarrojas que iluminan espacios para que las cámaras de seguridad “vean” lo que sucede en un lugar donde aparentemente no hay luz. Supuse que sería posible adaptar una cámara de alta definición para poder funcionar con luz infrarroja como las cámaras de seguridad. En Panavision de París ya habían hecho pruebas con su cámara digital Genesis cambiando un filtro que impide el paso de la luz infrarroja por otro transparente. Normalmente las cámaras digitales necesitan evitar que el espectro no visible afecte su sensor, ya que la señal tendría información que no corresponde al ojo humano, pero si se le quita el filtro que lo impide, entonces es posible grabar las longitudes de onda que corresponden a la luz infrarroja...

El reto de rodar dentro de un enorme cajón negro ha sido para mí una experiencia fascinante. Mi trabajo consiste en iluminar y debía hacer lo contrario, tenía que trabajar en una abstracción total, ya que debía imaginar la “no luz” y cómo representar un espacio totalmente negro en el que los actores debían actuar totalmente a ciegas, frente a una cámara y un objetivo que sí les veía a ellos.

Fue una revelación casi espiritual descubrir que la luz infrarroja es un minúsculo ejemplo de todo lo que existe en el Universo, y alrededor nuestro, que no somos capaces de percibir. Nosotros pensamos que la realidad es solamente lo que vemos, pero de hecho hay una infinidad de vibraciones, ondas, y radiaciones que no vemos ni sentimos y que son tan reales como nuestra propia piel…”